En el corazón de Málaga, un edificio emblemático se prepara para volver a latir con fuerza en la vida cultural andaluza. Hablamos del Casino de Ronda, una joya modernista de principios del siglo XX que, gracias a un acuerdo impulsado por la Junta de Andalucía y el Círculo de Artistas de Ronda, va a ser puesto en valor como espacio de referencia para actividades culturales, divulgativas y musicales.
Muchos olvidan que los casinos, sobre todo los que datan de principios del siglo XX, no eran únicamente templos de azar; eran centros sociales, culturales y de debate intelectual. El Casino de Ronda, declarado Bien de Interés Cultural en 2024, fue escenario de la Asamblea Regionalista de 1918, presidida por Blas Infante, el Padre de la Patria Andaluza. Allí se establecieron los símbolos que hoy identifican a Andalucía, como la bandera y el escudo, y se trazaron las líneas maestras del autonomismo andaluz. Ese tipo de historia confiere al lugar una carga simbólica que ningún escenario moderno puede igualar.
Para los organizadores de eventos musicales y culturales, esto es oro puro. Un salón principal con centenaria arquitectura modernista y techos que susurran historias del pasado se convierte en un lienzo perfecto para conciertos íntimos, recitales de jazz o sesiones acústicas donde cada nota parece reverberar con la historia del lugar. Aquí, el sonido no solo se escucha; se siente.
Si nos paramos a analizar, la combinación de música y casino ha sido siempre poderosa. Desde los clubes de Las Vegas hasta los casinos históricos de Montecarlo, la música ha acompañado al juego como un suave colchón emocional, marcando el ritmo de la experiencia. La acústica en estos edificios antiguos, con techos altos y grandes ventanales, permite que la música en vivo tenga una profundidad que rara vez se encuentra en salas modernas.
Para los productores de eventos, la clave está en respetar la arquitectura y el flujo natural del espacio. Los músicos que saben adaptarse a estas condiciones sacan el máximo provecho de cada rincón. En Ronda, la reutilización de la Sala Blas Infante y la biblioteca promete ofrecer espacios para talleres, pequeños conciertos y sesiones de aprendizaje sobre historia de la música y cultura local. Y para quienes disfrutan de los juegos de casino, incluso hoy es posible conectar la experiencia cultural con actividades de ocio digital, como ganar dinero real con poker online en entornos virtuales inspirados en estos espacios históricos, un guiño moderno que conecta tradición y tecnología.
Los casinos europeos ya han demostrado que la combinación de música, gastronomía y espacios históricos puede transformar un simple concierto en un evento memorable. Tomemos por ejemplo el Casino de Barcelona, donde en los últimos años se han realizado cenas con música en vivo y tributos a grandes artistas internacionales. Otro ejemplo es el Casino Cirsa Valencia, con sus espectáculos de tributo a Queen o Sinatra, donde cada detalle (desde la iluminación hasta la disposición de las mesas) se diseña pensando en la experiencia completa del espectador.
En Ronda, se prevé que la programación incluya actividades culturales, conciertos y exposiciones. Los expertos aconsejan siempre iniciar con eventos de pequeña escala para calibrar la acústica, la iluminación y la circulación de público antes de lanzarse a producciones mayores. Es un consejo que hemos visto repetirse en toda Europa: la paciencia y la planificación detallada son el secreto para que un evento en un casino histórico funcione como un reloj suizo.
Para quienes se dedican a montar eventos en casinos históricos, el diablo está en los detalles. La altura de los techos, la proporción de la sala, la textura de las paredes, incluso la orientación de las ventanas influyen en la experiencia musical. En espacios como el Casino de Ronda, con su estructura modernista y techos originales, la reverberación natural puede amplificar una actuación si se planifica correctamente, o ensuciarla si se ignora.
Otro aspecto a considerar es la adaptabilidad del espacio. Las bibliotecas y salones secundarios pueden convertirse en áreas de exposición o talleres educativos. Este tipo de flexibilidad no solo maximiza el uso del edificio sino que permite que cada evento tenga un carácter único, respetando la historia mientras se incorpora tecnología moderna de sonido y proyección visual.
Más allá de la música y los conciertos, la puesta en valor del Casino de Ronda representa una oportunidad para fortalecer el tejido cultural local. Los jóvenes músicos y artistas pueden encontrar allí un espacio de experimentación, aprendizaje y exhibición. Además, la relación con la historia autonómica permite que el público se acerque a un patrimonio que, de otra forma, quedaría relegado a los libros de historia.
Es una lección que quienes trabajamos con eventos de alto nivel y casinos históricos conocemos bien: la combinación de historia, música y ocio no es solo atractiva; es transformadora. Cada evento bien ejecutado deja una huella, y cada nota tocada en estas salas reverbera no solo en el aire, sino en la memoria colectiva de la ciudad.
El acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Círculo de Artistas de Ronda no es simplemente una formalidad burocrática; es una invitación a reconectar con la historia a través de la música, la cultura y la experiencia social. Restaurar y abrir al público el Casino de Ronda permite que Andalucía recupere un espacio que fusiona patrimonio y entretenimiento, y nos recuerda que los casinos no son solo lugares de azar, sino escenarios donde la cultura y el ocio se encuentran.
Para quienes gestionan eventos, músicos y promotores, esta es una oportunidad de oro. Aprender a aprovechar la acústica, el diseño histórico y la flexibilidad del espacio puede convertir un concierto rutinario en una experiencia inolvidable. Y mientras la música llena los salones del Casino, también lo hace la historia, recordándonos que la grandeza de un evento nunca depende únicamente de la modernidad de los equipos, sino del respeto por el espacio y el alma que cada edificio transmite.