El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga presenta el vídeo de Douglas Gordon, Jonathan Monk y Dave Allen titulado Dance Practice (1995).

El vídeo que mezcla música y baile tiene 20 minutos de duración, quiere resaltar la importancia de la unión en los años 60 del rock y el arte contemporáneo.

Como si de un bucle se tratase, o un ensayo de una banda, la canción “I Wanna Be Your Dog” de The Stooges es tocada en un solo de guitarra una y otra vez sin llegar a oír la letra de la canción.

Douglas Gordon (Glasgow, Escocia, 1966) es un artista escocés que trabaja fotografía, vídeo, instalaciones y multimedia. El artista se centra en el tema de la memoria para lo cual utiliza la repetición en diferentes formas. Su trabajo frecuentemente subvierte los usos tradicionales de películas de la historia del cine, jugando principalmente con el eje temporal. Muchas de sus obras dependen de la apropiación de famosos largometrajes y de su manipulación a través de una cantidad de procesos de edición, y otras, como el caso de Dance Practice (1995) son filmadas por el propio Gordon. Al ralentizar, dividir, duplicar y reflejar imágenes, crea complejas articulaciones entre lo personal y lo histórico, la memoria y la imaginación, la ficción y la realidad. El artista escocés se nutre de la discrepancia entre la observación inmediata de la obra en el espacio de exhibición y las asociaciones e ideas que la misma provoca en la mente de los espectadores.
 
En 1993, presentó su versión del film Psicosis, proyectándolo en cámara lenta con una duración de 24 horas. Así marcó el comienzo de su labor con el manejo de imágenes colectivas, en las que hace reconocer el tiempo visible empleando la belleza y la realidad de las imágenes, comprometido con lo que Walter Benjamín denominó “el psicoanálisis de las imágenes”.
 
Gordon utiliza el cine o la televisión para abordar los temas de la percepción, la comunicación o la interpretación de las relaciones y situaciones humanas. El artista siempre propone nuevas lecturas e interpretaciones de imágenes e historias conocidas por el gran público. Con algo más de 50 años, Gordon es considerado desde antes de cumplir los 30, como uno de los creadores más importantes en el mundo del vídeo arte, un mundo al que está consagrando su vida artística dentro de unos parámetros que lo podrían relacionar con el arte conceptual, ya que las ideas son el mensaje fundamental para Gordon, independientemente de la vía que se utilice para expresarlas. En ese sentido, a Graham le gusta trabajar con pares de conceptos como son los de realidad-ficción, bien-mal, verdad-mentira, vida-muerte. 

SOBRE LA PELÍCULA

Dance Practice (1995) de Douglas Gordon, Jonathan Monk, Dave Allen mezcla música y baile y está dividido en dos partes claramente diferenciadas. En su comienzo se aprecia la cabeza de una guitarra, que repite una y otra vez la misma canción. En esta cabeza, un cigarrillo se encuentra encendido y la música no parará hasta que se consuma por completo. La siguiente parte del vídeo está compuesto por más de veinte cortes en los que se aprecia una habitación, un batería a la izquierda del plano y un bailarín sin camiseta que cumple las órdenes del director. Casi de manera autómata se vuelve a repetir la misma canción “I Wanna Be Your Dog” de The Stooges pero no en su totalidad, sino los primeros cuatro compases de la canción, los mejores según los compositores. Este método reproducido en el vídeo, el juego de ralentizar el tiempo, de repetir los planos y encuadres pero cambiar levemente la escena, se convirtió en el distintivo del artista escocés. La obra, recuerda la unión del arte contemporáneo y el rock desde los años 60. 

SOBRE EL AUTOR
 
Douglas Gordon estudió en la Glasgow School of Art y después en la Slade Scholl of Art en Londres. Alcanzó reconocimiento internacional en 1993 con su videoinstalación “24 Hour Psycho”. En esta obra la célebre película de Alfred Hitchcock “Psicosis“ es extendida en su duración a 24 horas que da a la película y a las posibilidades de percepción unas dimensiones totalmente nuevas. En 1996 Gordon recibió el renombrado Premio Turner de la Tate Gallery de Londres, en 1997 además en el 2000 el Premio en la Bienal de Venecia y en 1998 el Premio Hugo Boss del museo Guggenheim de Nueva York. En 2008 recibió el premio Roswitha Haftmann.