“Lo valioso del juego es que nos arranca de la pasividad, rompe el orden establecido y nos coloca en una zona de caos que está más allá de toda preocupación por la eficacia o la utilidad. Es un caos cargado de vitalidad y de frescura”, afirma Luis M. Pescetti.
JUEGOS REUNIDOS es una propuesta de creación colectiva dentro de lo que Nicolás Borrieaud denomina ESTÉTICA RELACIONAL, donde “el arte es un estado de encuentro”. Lo que se expone es el resultado de juegos previos en los que decenas de jugadoras y jugadores han movido sus fichas —lápices, tijeras, ratones, teclados— para divertirse creando. Amador Risueño, Goval y Virginia Filardi, además de jugadores, son los crupieres de estos juegos.
No se trata de una propuesta convencional ni de una muestra colectiva al uso. Es una exhibición lúdica y coral, fruto de tres juegos simultáneos que responden a una misma filosofía, componiendo una foto de grupo, un enorme collage que representa buena parte de lo que sucede en la ciudad desde el punto de vista creativo. Entre artistas, el juego está presente.
La exposición es singular por su escala, formato y metodología. Con más de 240 creadores implicados, el proyecto convierte tres espacios de Casa Góngora en espejo del pulso creativo de la ciudad: una cartografía de afectos, prácticas y lenguajes que nacen en cocinas, talleres y tabernas, y que confluyen por primera vez en un mismo espacio expositivo.