Del artista Juan Luque.
Se trata de una muestra conceptual y paisajística que posee el faro como elemento unificador de toda la obra. Son cuadros de gran formato pintados en óleo sobre cartón pegado a tabla.
Juan Luque ya había colaborado con Galería Haurié hace unos 8 años, y ambos deseaban recuperar ese momento en una obra que hiciera honor a aquel época. Por ello, esta nueva creación sigue la línea de lo anterior.
El artista no busca una respuesta emocional inmediata, sino de manera progresiva, en el que poco a poco el espectador se detenga y reflexione para descubrir infinidad de detalles que van más allá de la primera imagen que se percibe.
Sus temas comparten la búsqueda de espacios donde el ser humano se reencuentra consigo mismo, espacios de una soledad buscada, positiva y de creación.
Desde faros rodeados de un mar apacible o convulso, carpas de circo o paisajes de la Toscana, así como imágenes que tienen que ver con el mundo del cine. Son obras que atrapan al espectador, no sólo por la magnitud y la fuerza de unos temas llenos de matices y lecturas sino también por la manera de tratarlos, con fondos luminosos, reverberantes, que contrastan con formas precisas trazadas en tonos oscuros y potentes que crean atmósferas próximas al lenguaje fotográfico.
A veces, el artista no busca la respuesta emocional inmediata sino otra más pausada, que invita al espectador a detenerse y reflexionar, a descubrir la infinidad de detalles que se esconden tras la primera imagen que percibe. Trabaja con óleo, que añade y a menudo retira dejando un poso que es intuido y a la vez reinterpretado por el espectador. Asimismo aplica resinas que finalmente pule minuciosamente. Prescinde de elementos anecdóticos para quedarse en lo puramente expresivo.
El pintor afirma que ha tenido una evolución muy gradual, ya que ha ido incorporando la figuración a la abstracción, o al revés de igual manera, de forma que ha creado una simbiosis y consigo, un arte único e inclasificable
El autor, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, ha sido galardonado numerosas veces por su trabajo. Entre ellos destacan la Medalla de Honor del Premio BMW de Pintura (2006 y 2007), el Premio Rafael Zabaleta (2001) el Premio Maestro Mateo (2000) y el Premio Garnelo (1999).
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