La exposición “Telúricos y primitivos. De la Escuela de Vallecas a Miquel Barceló”, organizada por el Museo Carmen Thyssen Málaga, explora cómo la vanguardia española construye una identidad artística propia, a partir de la inspiración en la tierra (lo telúrico) y lo primitivo.
Reuniendo 64 obras de 45 artistas españoles, la muestra traza una línea histórica que abarca desde los años treinta hasta la actualidad, articulando un discurso visual en el que confluyen la figuración, la abstracción, el informalismo y el arte conceptual, con especial presencia de la escultura, pintura, grabado, dibujo, fotografía y tejidos.
El visitante descubre cómo el arte español del siglo XX se renueva al mirar hacia el origen: la materia, el paisaje, los signos esenciales, lo ancestral y lo instintivo. A través de estas claves, la exposición analiza los lenguajes desarrollados por movimientos y colectivos como la Escuela de Vallecas, Dau al Set, Pórtico, la Escuela de Altamira y el grupo El Paso, configurando una visión propia frente a las corrientes internacionales de vanguardia.
Lo telúrico se manifiesta en la relación directa con la tierra, la naturaleza y sus procesos orgánicos. Lo primitivo se vincula a lo esencial, lo arcaico y lo subconsciente, mediante formas y símbolos que conectan con lo universal.
El resultado es un recorrido poliédrico, con obras de figuras como Tàpies, Millares, Chillida, Barceló, Picasso, Palazuelo, Saura, Ferrant, entre muchos otros, que dialogan en torno a una estética que se aparta de lo académico para buscar nuevas formas de expresión ligadas a lo originario.