Vuelve el espectáculo con el que Los Síndrome celebraron su XXV aniversario.
Un homenaje al Séptimo Arte que hace un repaso desde el humor a esas películas clásicas, que siempre nos deparan gratos recuerdos. Una sala de cine a la vieja usanza, que lucha por sobrevivir hoy en día y en la que ya sólo quedan dos trabajadores: el dueño, y el “chico para todo”. Dos payasos afanados en que la proyección de la película salga de la mejor manera posible, a pesar de los imprevistos.