MARINA OTERO
Kill me (2024), de la coreógrafa argentina M. Otero, es la tercera parte del proyecto Recordar para vivir, tras Love me y Fuck me.
La obra surge de su propia crisis personal y diagnóstico psiquiátrico, convocando a bailarinas con trastornos mentales y al espíritu de Nijinsky para explorar la locura por amor y la salud mental.
Con un tono provocador, Otero reflexiona sobre la presión de crear obras que se ajusten al mercado del arte para poder sobrevivir en él.