Muchos amigos negros es una obra de teatro con una historia necesaria. Interpela directamente nuestros prejuicios más profundos, bajo una dramaturgia ágil y provocadora que transita con naturalidad entre la comedia negra y el drama. Con diálogos filosos y situaciones que sorprenden, la obra desnuda los miedos y contradicciones que muchas veces se esconden tras la corrección política.
En una noche cualquiera, en un bar a punto de cerrar, dos amigos conversan mientras revelan traiciones y tensiones ocultas. La llegada inesperada de un migrante —que solo quiere cargar su móvil para hablar con su hija— desencadena un conflicto que pondrá al descubierto prejuicios, miserias y violencias soterradas. Lo que comienza como un gesto de ayuda se transforma en una pesadilla que cuestiona hasta qué punto realmente aceptamos la diversidad.
La pieza pone en el centro temas urgentes como el racismo, la xenofobia, la desigualdad y la hipocresía social, invitando al público a enfrentarse con sus propias zonas grises. Una propuesta intensa, cargada de humanidad, humor oscuro y una mirada crítica que no deja indiferente.