Las tierras altas, como las llamaron los árabes, forman un marco incomparable de cultura y tradiciones que se encuentra a pocos kilómetros del centro de Sevilla. Sin embargo, muchos de sus encantos son desconocidos, así que vamos a ver todo lo que encierra un pedazo de tierra de ensueño.

El Aljarafe más natural

Una de las mejores formas de entrar en contacto con el Aljarafe es apreciar su patrimonio natural. Sin duda, de entre todos los caminos que se pueden tomar, la Ruta del Guadiamar es muy aconsejable. Esta discurre por la ribera de un río que termina desembocando en el Guadalquivir cerca de Doñana. El camino comienza en Gerena y es tranquilo y apto para todos los visitantes.

Flamenco y tradición

El flamenco es parte esencial de la cultura de todos los municipios de la zona. Uno de los eventos más esperados todos los años es el Festival Ciudad de Tomares dedicado a buscar nuevos talentos del cante. Esta ciudad merece también una detenida visita gracias a su pequeño, pero precioso centro histórico.

También en Tomares puedes disfrutar de una de las mayores salas de azar de la provincia, aunque si no puedes llegar hasta allí puedes divertirte con los juegos de casino online.

Un pasado lleno de historia

La zona que hoy se conoce como el Aljarafe lleva siendo habitada desde hace milenios. Esto se nota en los restos arqueológicos que deslumbran a todos los que deciden conocerlos de cerca.

Por ejemplo, los dólmenes de La Pastora y Matarrubilla en Valencina de la Concepción son construcciones megalíticas que se encuentran entre las más importantes de la provincia. Tampoco hay que olvidar el tesoro del Carambolo que la cultura de Tartessos dejó en las colinas de Camas.

Pero si hay una joya que destaca por encima de todas las demás en el Aljarafe es Itálica. La ciudad romana situada en lo que hoy es Santiponce, es un lugar repleto de historia que floreció hace más de 2200 años. Cuna de emperadores, edificios como su anfiteatro y otros muchos se mantienen perfectamente conservados consiguiendo que cualquiera pueda empaparse de la que era una de las grandes joyas del Imperio Romano.

La gastronomía del Aljarafe

Por supuesto, conocer una tierra con la riqueza cultural que tiene el Aljarafe tiene que pasar por sentarse a sus mesas y disfrutar de platos que llevan generaciones deslumbrando.

Para los amantes del arroz, San Juan de Aznalfarache y Palomares del Río son dos puntos de referencia. El arroz marinero y el arroz caldoso son especialidades que atraen a muchos amantes de la alta cocina a las mesas de estos pueblos.

Tampoco hay que perderse la ruta del mosto que une muchos de los pueblos de la zona o detenerse en las antiguas tabernas que siguen existiendo en localidades como Camas.

Sin duda, el Aljarafe es un tesoro situado a pocos kilómetros de Sevilla y que merece ser explorado a fondo para descubrir todos esos secretos que sigue conservando.