Desde el sábado 25 de septiembre y hasta el próximo 1 de noviembre, el Prado de San Sebastián, reune la más variada oferta gastronómica de 50 países y una agenda cultural con más de 100 artistas nacionales e internacionales
Sevilla vuelve a disfrutar de un festival que siente cómo suyo
La capital hispalense ha retomado el pulso al intercambio cultural y se convierte de nuevo en escenario universal. El Festival de las Naciones, que regresa a su casa, el Prado de San Sebastián, tras el parón en seco provocado por la pandemia, abre sus puertas al público este sábado a las 11,00 horas. El evento acompañará a los sevillanos hasta el próximo 1 de noviembre.
Qúe hay de nuevo
Bajo la idea de traer un formato innovador, más urbano y sostenible, el evento introduce importantes novedades tanto en su organización como en su agenda cultural. El objetivo es proporcionar “mayor seguridad y comodidad al visitante”, así como “atraer a la ciudad, de forma continuada, una oferta cultural y gastronómica de mayor calado que fomente el ocio sostenible y la unión entre las diferentes culturas del mundo”, según palabras del director del Festival, Sergio Frenkel.
Cultura segura y aforo controlado
De esta forma, el Festival de las Naciones contará con dos entradas bien diferenciadas, por Avenida del Cid y Avenida de Portugal, y cuatro puertas de salida que permitirán el mejor control del aforo y una mayor rotación del público asistente.
De lunes a viernes, a excepción de los festivos, las entradas serán gratuitas, y los sábados y domingos se cobrará una entrada simbólica de dos euros que, a través de venta anticipada en la web del festival o bien en las taquillas, servirá para realizar un mayor control de la asistencia. Una parte de lo recaudado en la entrada se destinará a una causa solidaria al final del Festival y la otra a implementar de forma constante las medidas anti-covid.
Así y a fin de proporcionar una estancia más segura, la muestra incrementa las medidas sanitarias vigentes e introduce cámaras de control de aforo en todo el perímetro, pantallas contabilizadoras en donde se podrá ver el número de personas presentes y triplica el personal de seguridad y control con 30 personas intercomunicadas y dedicadas en exclusivas al aforo interno.
Medidas para evitar aglomeraciones
El Festival de las Naciones, que reduce en un 20% los expositores presentes para ampliar el espacio, ha multiplicado por cinco las terrazas gastronómicas que pasan de los 180 metros cuadrados a los 700, en disposición delantera y trasera, para ofrecer más mesas y sillas y evitar aglomeraciones.
Gastronomía
La oferta gastronómica continúa la línea de ediciones anteriores, en donde el 50% de los países presentes son Iberoamericanos, el 30% europeos y el 10% restante lo conformarán países de Asia, Arabia y Sudáfrica.
Como otra de las novedades, el Festival apuesta por potenciar la gastronomía local y, además de la representación de distintas comunidades autónomas del país, se incrementa la presencia gastronómica andaluza y en donde Sevilla tendrá un papel clave. Además, el maridaje entre los grandes de nuestra cocina y el resto de países estará garantizado a través de distintos showcooking.
El recinto, totalmente tarimado para evitar el levantamiento de albero, dispondrá de calles más amplias para facilitar el tránsito del visitante. Un nuevo formato expositivo y gastronómico, más ordenado y cómodo, al que se suman importantes novedades técnicas en cuanto al sistema audiovisual se refiere; escenario con sonido regulado según el público presente y con pantallas acústicas traseras que evitan la fuga del sonido más allá de la propia zona de concierto.
Grandes artistas, talento, arte y cercanía
La 27 edición del Festival de las Naciones ha realizado una apuesta por los conciertos acústicos a través de seis artistas estelares como Manu Tenorio, Navajita Platea, Brequette, Jorge González, Maita Vende CA, y tributos a nueve de los grandes del panorama musical nacional e internacional como Queen, Elvis Presley, Luis Miguel, ABBA, Alejandro Sanz, Manuel Carrasco o Miguel Bosé, Fito y Fitipaldis, entre otros. A estos tributos se unirán los realizados a la música de los 80 y 90.
A la música acústica y al recorrido por las grandes estrellas internacionales, que dotan al Festival de ese carácter urbano y universal que lo vio nacer, se suma el importante abrazo al talento local. Durante estos 36 días pasarán por el escenario del Prado de San Sebastián diez grupos locales y 16 escuelas de baile que presentarán sus nuevos espectáculos. A ellos se les unirán artistas internacionales que celebrarán con música y danza los días temáticos, seis en total, de sus respectivos países: África y Asia, Cuba, México, Brasil, Argentina y también Andalucía.
“Un lugar de intercambio y fusión musical que tiene como objetivo, hoy más que nunca, apoyar a los artistas nacionales e internacionales”, ha subrayado el director del Festival quién incide en que la música y la danza, las fusiones musicales, son unas de las mejores herramientas de hermanamiento entre los pueblos”.
El Festival como impulsor de empleo local
El Festival de las Naciones, que supone el primer evento de gran calado del otoño sevillano y que servirá para introducir a la ciudad en la progresiva normalización, genera cerca de 500 empleos directos y casi 1.000 indirectos, la mayoría mano de obra local incluyendo a casi 100 artistas sevillanos. A ello se suma la ocupación de plazas hoteleras que realizan durante el mes los trabajadores y artistas presentes en este evento cultural.
Al volumen económico que genera hay que sumar la labor de concienciación social y ambiental que realiza a lo largo de sus ediciones en donde en materia de residuos colabora con Lipasam y en materia de agua con Emasesa. A ello se suma la labor social que realizan colaborando con entidades de apoyo a la infancia o pobreza.
Presente en la ciudad desde 1993, el Festival de las Naciones se ha convertido en un indispensable de la agenda cultural de la capital hispalense, llegando a concentrar un 40% de público extranjero y un 60% de Sevilla y provincia.