FLAMENCO Y LITERATURA
A ALFREDO ARREBOLA, MAESTRO DE LA INVESTIGACIÓN DE FLAMENCO, IN MEMORIAM
Por
José Cenizo Jiménez
Post #120

AL MAESTRO ALFREDO ARREBOLA, IN MEMORIAM

El 23 de junio de 2022 conocíamos la triste noticia del fallecimiento de Alfredo Arrebola, nacido en Villanueva Mesía (Granada) en 1935. Muchos aficionados e investigadores del flamenco lo consideramos un maestro por su aportación global al flamenco en los ámbitos de la discografía, la bibligrafía, la docencia, etc. Personalmente hemos tenido cierta relación, sobre todo epistolar, hemos reseñado varios de sus libros, nos enviaba correos con sus reflexiones, etc.

Un resumen de su biografía podemos verla en la página del Diario de Granada Hoy (23-6-2022, enlace https://www.granadahoy.com/ocio/Fallece-Alfredo-Arrebola-cantaor-flamenco_0_1695431096.html) que se hace eco de su fallecimiento, resumen firmado por el también cantaor Juann Pinilla: “Alfredo Arrebola, profesor y cantaor, como a él le gustaba presentarse, ha fallecidoesta pasada madrugada en su tierra natal, Villanueva Mesía. Nació en esta localidadregada por el Genil en 1935. Es Licenciado en Filosofía y Letras, doctor en FilologíaClásica y licenciado en Ciencias Religiosas. Durante dos décadas fue director del Aulade Flamencología de la Universidad de Málaga, realizando una destacada labor derestauración de discos de pizarra. Era miembro de la Cátedra de Flamencología deJerez de la Frontera, Medalla de Oro de la Casa de Arte Flamenco Antonio Mairena y Uva de Oro del Festival de Cante de Jumilla.

A lo largo de su dilatada trayectoria consiguió más de 30 primero premios, además dereconocimientos de gran importancia como el premio Cantes de Levante del Festival de las Minas de La Unión, en 1969, el Premio Nacional Literario Manuel de Falla 100 años en 1976, el Premio Nacional por Malagueñas, el Premio Nacional de Jerez, en 1974, el premio Tomás Pavón del Concurso Nacional de Córdoba en 1968 y el premio Saeta de Oro de Sevilla en 1970. Había compartido cartel con artistas como Camarón, Paco de Lucía, Fosforito, Antonio Mairena, Pepe Palanca, Menese, El Cabrero, Carmen Linares o Mariquilla, entre otros.

En su discografía aparecen casi 40 discos, entre los que destacan álbumes dedicados a Lorca, Alberti, Machado, Emilio Prados, Rafael Guillén, Benítez Carrasco, Luis Rosales o Cernuda. Tiene dos antologías dedicadas al cante por malagueñas, una antología del fandango y otra de la saeta. Entre sus libros cabe destacar El flamenco en la obra poética de García Lorca, Presencia de la mujer en el cante flamenco, El sentir flamenco en Bécquer, Villaespesa y Lorca, El sentir flamenco en Falla y Picasso o Granada en el arte flamenco. Autor, igualmente, de centenares de artículos publicados en periódicos y revistas especializadas, había donado toda su biblioteca a al ayuntamiento de su pueblo, Villanueva Mesía”.

Casi nada. Creo que no se le ha valorado suficientemente a pesar de algunos reconocimientos. De todas formas, lo tenemos muy presente por su afabilidad personal y por su entrega al flamenco en tantas vertientes. Por nuestra parte, como filólogos además, le agradecemos la aportación de acercamiento, en discos y libros, entre la literatura -poesía básicamente- y el flamenco.

Como recuerdo y homenaje queremos recordar la última reseña de un libro suyo que hicimos, precisamente uno en el que repasaba su trayectoria compilando artículos y conferencias. La publicamos en la revista La musa y el duende poco antes de fallecer Arrebola. DEP Alfredo Arrebola, maestro de la investigación del flamenco.

Alfredo Arrebola, Reflexiones flamencas de un cantaor, Granada, Editorial Gami, 2021

UN COMPENDIO DE LAS LECCIONES DEL MAESTRO ARREBOLA José Cenizo Jiménez

Alfredo Arrebola (Villanueva Mesía -Granada-, 1935), profesor y cantaor reconocido con numerosos premios, es seguramente uno de los investigadores de temas flamencos que más libros han publicado abarcando asuntos de lo más diverso, si bien algunos aspectos, como el de la espiritualidad en el arte flamenco o la relación de  éste con los poetas de la poesía llamada culta, son de su especial interés.

Hizo su tesis doctoral sobre “El cante flamenco; vehículo de comunicación y expresión artística” en Granada en 1979. Y durante su ya larga vida de cantaor e investigador no ha dejado de editar libros, como decimos, ganar premios y llegar a formar una buena discografía en torno a estilos, adaptaciones de autores reconocidos de la literatura, etc. En fin, un maestro en toda regla, nunca mejor dicho en todos los aspectos.

De ese largo camino dedicado a divulgar en conferencias, cursos, revistas, homenajes, etc., sus ideas e investigaciones ha seleccionado para este libro, Reflexiones flamencas de un cantaor, un buen número de artículos. Forman una miscelánea, de capítulos en general breves, en torno a variedad de aspectos: la idea de Dios en el flamenco, reconocimiento a artistas (Pepe Pinto, Paco de Lucía, Luis Caballero, Canalejas de Puerto Real...), el vino y el agua en el cante flamenco, el sentir flamenco en escritores (Manuel Benítez Carrasco, Miguel Hernández, Antonio Machado...), etc. Una amalgama donde hay diversos criterios y niveles de interés distintos para el lector, claro, según sus intereses.

Deja patente el autor su formación, su afán por llevar el flamenco a la juventud, por investigar con seriedad, su amor el conjunto de todo lo flamenco (cante, toque, baile, pero también la letra, la copla flamenca, el sustento poético del cante). Enfatiza cada vez que puede en estos artículos o conferencias sus ideas básicas sobre el flamenco: el flamenco y el folclore como “saber popular”; el amor y la muerte como base de la poesía flamenca; la religiosidad (y no panteísmo, en contra de lo que se dice a menudo) del flamenco; el cante como posible instrumento de oración, así como elaboración y purificación; el flamenco como música  elaborada, obra de artistas (“el cantaor es músico por naturaleza”); la influencia del romance en su génesis, música y poética;  la importancia de Granada en el flamenco (en contra de la afirmación de Luis Suárez Ávila de que no tiene nada que decir en el flamenco); etc. No rehúye, por tanto, las polémicas o prejuicios, que con elegancia y argumentos intenta rebatir.

Cada lector disfrutará con un capítulo o con otro, según su inclinación, como decíamos, pero no cabe duda de que aquí todos encontrarán algo que aprender y, desde luego, mucha pasión unida al conocimiento.

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