ARTE (LITERATURA) | CIENCIA | PEDAGOGÍA I LAS COSAS QUE TE HACE PENSAR EL ARTE.
CAPÍTULO IV. AFECTADA POR EL SÍNDROME DE STENDHAL
Por
Ceres Adriana García-Baquero Velasco
Post #5

CAPÍTULO IV. LAS COSAS QUE TE HACE PENSAR EL ARTE.

AFECTADA POR EL SÍNDROME DE STENDHAL

Hace un par de días tuve una conversación contigo, interesado en aquello de la Belleza y aunque te declaras ‘profano’ en todo aquello que tiene que ver con este arte contemporáneo, que nadie entiende, me pareció que, lejos de no saber de lo que hablabas, en algún momento, encontraste la esencia de lo que implica crear.

Hablamos sobre la belleza de la vida cuya contemplación te hace sentir una emoción indescriptible. Puedes escucharla en el silencio de la montaña. Puede estar en el viento, en un brote, en una brizna de hierba. En el sonido de las ramas que se quiebran con la huella de tu paso, en el olor a tierra fresca por el rocío de la mañana.

Me hablaste de aquella historia, la del joven Henri-Mari Beyle, el escritor francés que eligió como seudónimo Stendhal cuando, en vez de hacer la guerra, quedó atrapado por la belleza de una basílica construida en el siglo XV y descubierta por él en la Florencia del siglo XIX, la basílica de La Santa Cruz.

Me contaste detalles sobre su libro, `Nápoles y Florencia: Un viaje de Milán a Reggio’, y sobre sus palabras para describir aquella experiencia de éxtasis a la que le llevó la contemplación de uno de los frutos del renacimiento italiano: «He llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados […], la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme». Aquella desorientación espacio temporal, experiencia compartida y que posteriormente se usaría para dar nombre al conocido como Síndrome de Stendhal.

Trastorno psicosomático que tiene una estrecha vinculación con el goce artístico, Síndrome de Florencia. Aquedó descrito el estrés del quien viaja ligado con Stendhal, que se produce de manera repentina cuando la persona es expuesta a numerosas obras de arte especialmente bellas y cuyos síntomas serán un elevado ritmo cardíaco, vértigo, confusión, temblor, palpitaciones, depresión e incluso alucinaciones.

Hablas acerca de lo poco creíble que resultas cuando aludes a la ingente cantidad de belleza y ‘a la vuelta de la esquina, porque parece que preferimos creer en el dolor y lo terrible, porque ver la belleza se ha convertido en ‘cosa de lelos’.

Definitivamente, pienso pasar a la acción y explorar este entorno maravilloso, la Serranía de Cuenca. Esos caminos de los que me hablas y que en su tiempo quedaron bajo la huella de un caballero hidalgo, Don Quijote de la Mancha, persiguiendo hazañas de caballería, rememoradas por el maestro Cervantes. Explorar estos lugares donde poder sentir como Stendhal, admirando extasiada en lo que más me conmueve, en este momento. Explorar esta singular creación artística, la belleza que habita en el palpitar de vida.

Las cosas que te hace pensar el arte.

 


Por Ceres Adriana García-Baquero Velasco.

Pedagoga, Lda. en Ciencias de la Educación; Graduada. en Bellas Artes; Postgraduada en Historia del Arte. Experta en Gestión del Patrimonio y la cultura (Universidad de Sevilla).

Docente, artista visual redactora de contenidos en diversos medios de divulgación científica y cultural.


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IMAGEN: 'Cruzando Las Andalucías, como dicen en tierras manchegas cuando se refieren a mi tierra', 2019 © Ceres Adriana García-Baquero Velasco.

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