Lenguaje
Diez palabras molonas que la RAE tendría que incluir en su diccionario
Por
Redacción
Post #59

Albericoque», «chapuzar», «palabro», «almóndiga», «otubre», «descambiar» «güisqui» o «bluyín» (que, por si no lo sabías, viene del inglés blue jeans), fueron algunas de las palabras que consiguieron desatar una tormenta en las redes sociales tras su aprobación por parte de la RAE.

Y es que cada intento de la Real Academia Española por acercarse al uso común de la lengua consigue, como poco, huir de la indiferencia. Pero, ¿qué hay de aquellas palabras que son habituales en nuestras conversaciones y describen la realidad tangible de tantos hispanohablantes? Ya que se han incluido términos que hasta hace un par de años ni siquiera existían, la fama y el uso cotidiano de estas palabras las hacen merecedoras de una nueva entrada en la RAE. Según un estudio de la agencia Evercom Life, algunas de estas palabras están cobrando una especial importancia en el diálogo que llevamos a cabo habitualmente, por lo que la institución cultural podría valorar su inclusión en un futuro próximo. . ¡Comenzamos!

Ambientazo: hace referencia a las características de un lugar que, por su decoración, el contexto y las personas que lo frecuentan, se convierte en imprescindible.

Pelazo: ya que hablamos de palabras con sufijos aumentativos, no podemos olvidar este. La Vecina Rubia ya ha recogido firmas para que la RAE pueda incluirlo, ya que es un elemento más de estilo personal y un término que usan desde anuncios de champú hasta artículos periodísticos y por supuesto, influencers…

¿Que “influencer” no aparece? No, la RAE tampoco contempla esta palabra que pretende definir a aquellas personas con una gran masa de seguidores y una credibilidad especial sobre un tema concreto ¿Preferirá la RAE añadir el término “españolizado? ¿Qué tal “influenser”?

Instagramear: este término es sencillo. Se refiere a la acción de “postear” (palabra que existe pero no se refiere a subir contenido a la red, al menos de momento) en la red social Instagram.

Fit: estar en forma o en la justa medida de algo.

Poliamor: llevada a cabo o no, esta práctica enemiga de la monogamia implica mantener relaciones íntimas o amorosas con más de una persona de manera simultánea, y, aunque no lo creas, todavía no aparece en la RAE.

WowTrip: este anglicismo que nace de la unión del término Wow y de la palabra viaje en inglés se ha popularizado como sinónimo de viaje sorpresa.  Una nueva dinámica en la que el viajero no sabe cuál será su destino hasta que está en el aeropuerto y que cada vez se practica de forma más habitual.

Flexivegano: hay personas que llevan una dieta vegetariana, otras vegana, orgánica, mediterránea… Todas están incorporadas a la RAE. Pero hay una variación en la vegana con un espectro más amplio, que orienta la alimentación a vegetales y frutas limitando el consumo de proteínas animales. Eso es el flexiveganismo…

Sororidad: esta bonita palabra, por lo menos en cuanto a su sonoridad, hace referencia a la solidaridad y concordia entre mujeres. Un movimiento cada vez más conocido y reconocido en una sociedad que lucha por la igualdad.

Casoplón: existe mansión, caserón o casona. Pero este término que se materializa en inmuebles lujosos, grandes y en zonas privilegiadas de ciudades no tiene su registro, al menos, todavía…

Sin duda, una lista de palabras que utilizamos a menudo y que representan la realidad que estamos viviendo. ¿Llegará a valorar la inclusión de estos términos la RAE en su próxima actualización?  ¿Habrá suerte en 2018?

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