Este fin de semana se estrena la tan esperada Bella y Bestia (Beauty and The Beast), protagonizada por Emma Watson y Dan Stevens. A primera vista podemos decir, que el reparto ha sido bien escogido si nos centramos en el parecido con sus homólogos en la versión animada, lo cual supone un punto a favor previo para el nuevo filme de Bill Condon.
El guionista y director de películas como Chicago o las dos últimas entregas de La saga Crepúsculo aparece de nuevo apostando por un proyecto Disney. La tan conocida historia de amor que ha cautivado los corazones de medio mundo, vuelve de nuevo a la gran pantalla, aunque aún no sabemos si tendrá tan buena acogida como la original de 1991. Eso sí, lo que no cabe duda es que van a reventar las taquillas de todos los cines españoles el día del estreno, pues la película ha tenido gran repercusión mediática desde que se informó del proyecto hace ya casi un año: un tráiler de 90 segundos que generó un récord de 92 millones de visitas en su primer día online.
De momento las críticas estadounidenses no han sido especialmente duras con este arriesgado remake. Y es que será difícil ponerse a la altura de la original, las expectativas son muy altas. No obstante, sabemos ya que la gran corporación Disney regurgita las películas originales siempre desde una nueva visión. De esta forma, en este proyecto se ha apostado por utilizar novedades tecnológicas jamás vistas para la construcción de escenarios y personajes animados. Se ha utilizado maquillaje fosforescente que aparece azul bajo luz ultravioleta y que mediante un software convierte las expresiones faciales.
A pesar del éxito aparente por las numerosas novedades, de las cuales destaparemos muy pocas para no hacer spoiler, muchas personas son partícipes de la idea de dinero fácil, una manera de seguir engordando la industria Disney que nos vende un producto viejo como nuevo y que permitirá enriquecerse mediante el reciclaje del merchandising.
Es cierto que la trama original es conocida por todos: una joven, culta y hermosa judía que es considerada un bicho raro dentro de su pueblo, es capturada por un príncipe arrogante y malhumorado que la retiene presa en su castillo encantado. Este encantamiento ha hecho que tanto el príncipe como todos sus sirvientes se convirtiesen en extrañas criaturas. Para invertir el hechizo es necesario que Bella se enamore del príncipe (La Bestia), además de hacer frente a diversos infortunios con los que se irán topando los protagonistas durante el desenlace de la historia.
Pero, como os hemos avanzado unas líneas antes, habrá novedades en la historia original: se profundizará en lo que le sucedió a la madre de Bella, veremos un nuevo personaje en escena y aparecerán nuevas piezas musicales.
Desde aquí tenemos varias preguntas al respecto: ¿Causará el efecto que se espera como ocurrió el año pasado con El Libro de la Selva?, ¿Será La Sirenita la próxima candidata para la gran pantalla? Y lo que es más importante, ¿podrá finalmente la revolucionaria actriz desvincular su imagen de la ya entrañable Hermione Granger?
Tendremos que esperar al viernes para saberlo.