Salud
La despensa, ¿amiga o enemiga?
Por
Griselda Herrero Martín
Post #6

Seguro que muchos de vosotros os habéis propuesto mejorar vuestra salud (aspecto que incluye la alimentación) en este año 2017. Quizá si fue un propósito de principios de año, y no tuviera la motivación suficiente, se esté empezando a disipar… Bien, pues una de las cosas más importantes para poder cambiar nuestra forma de comer es empezar por el principio: la despensa. Es de ella de donde obtendrás los alimentos (o lo que tengas) para cocinar tus platos. Por tanto, si quieres comer platos saludables, debes tener una despensa saludable.

Antes de seguir leyendo, si estás en casa, te animo a que hagas el siguiente ejercicio: ve a tu despensa (se incluye el frigorífico, que es la despensa fría) y anota lo que veas en ella. A continuación, marca con algún color diferente todo aquello que esté envasado, metido en bolsas, con etiquetas de ingredientes infinitas o que tenga alegaciones alimentarias en el envase. La mayoría, los puedes desechar.

De lo que te quede, podrás hacer la siguiente división: alimentos frescos (en el frigorífico), alimentos en seco (en la despensa). Fíjate que he dicho ALIMENTOS y no productos. Esta es una diferencia primordial: debemos consumir alimentos frescos y poco o nada procesados. No pienses que vas a tirar muchas cosas y te dé pena. ¿No te da más pena que eso que no te beneficia ingrese en tu cuerpo?

Una vez hayas hecho limpieza, comenzamos a rellenar con cabeza y salud:

* Legumbres: secas o cocidas (en este caso sólo debes lavarlas bien antes de usarlas). Varía, cambia, explora. Hay cientos de variedades.

* Harinas, pasta, arroces y otros cereales. Preferentemente en su forma integral o de grano completo. Entra en el desconocido mundo de los cereales. Hay vida más allá del trigo y el arroz.

* Frutas, verduras y tubérculos. Llena tu nevera y tu frutero de color y déjalo al alcance de todos.

* Frutos secos y semillas. Son grandes aliados en aderezos y dando un toque diferente a tus platos.

* Lácteos: elige siempre la forma natural y olvida los light o 0,0. Vaca, cabra, oveja. O bien su formato vegetal: arroz, soja, avena, espelta, almendra. En estos casos, presta atención a que no contengan azúcares añadidos.

* Carnes, pescados y huevos. Si decides comerlos, trata de que sean frescos y congela el pescado si vas a consumirlo crudo.

* Otros: especias, encurtidos, agua, café o infusiones. Prueba cosas diferentes, pero asegúrate de que sean ALIMENTOS diferentes.

Tu despensa es tu amiga, tu aliada. Cuídala y ella te cuidará!

Más información sobre cómo vaciar la despensa.: http://nortesalud.com/vacia-tu-despensa-nutritiontips-i/

 

Dra. Griselda Herrero Martín

Dietista-Nutricionista (Colegiada nº AND-336)

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