LAS COSAS QUE TE HACE PENSAR EL ARTE. ARTE POPULAR. CITA IMPRESCINDIBLE
CAPÍTULO VIII. LA FERIA DE SEVILLA, ESPECTÁCULO DE LUCES. REVIVIENDO AQUELLA EMOCIÓN INFANTIL BAJO LOS FAROLILLOS DE PAPEL DE UN PINTOR QUE UN DÍA MIRÓ A ORIENTE.
Por
Ceres Adriana García-Baquero Velasco
Post #8

Con la Feria de Sevilla se inaugura la temporada de las ferias andaluzas. Arte popular en movimiento y explosión de color envuelta en tradición e historia.

Ya ha terminado la de este 2019. Dulcemente se fue apagando la luz de cada farolillo de papel, empezando por su portada, aquella que a su inicio dió la bienvenida al ‘Real de la Feria’, nombre que se da al paseo principal por donde cada año se lucen a caballo amazonas y jinetes vestidos de corto y donde se encuentran Las casetas’ en las que se convive y se vive la Feria de Sevilla, conocido así por ser ‘un real’, moneda en desuso, con la que en tiempos pasados, se abonaba al cochero para que te acercase al recinto.

Son las 00.00 horas del sábado, 11 de mayo, y cuando parecía instalarse el silencio de quien espera que ocurra algo, con enorme estruendo da comienzo el espectáculo que pondrá ‘su broche de oro’ a este final de fiesta, ‘Los fuegos artificiales’ tan celebrados a su término con aplausos y ovaciones por parte del público.

Con esta despedida de la Feria de Abril, la de Sevilla, comienzan las Ferias de la primavera, que pasan del mes de abril alargando la temporada hasta el otoño con la última despedida. Así irán sucediéndose por toda Andalucía una tras otra y sin hacer coincidir a las de las grandes ciudades andaluzas. Esto permitirá el trasiego de feriantes y no sólo de quienes se abandonan al disfrute de las fiestas sino también, de quienes subsisten, 'trabajando la temporada', que se inaugura con la de Sevilla.

Incluso otras ciudades de España se sumaron hace tiempo a esta tradicional cita festera, aportación cultural introducida por quienes allí llegaron de Andalucía, así la conocida Feria de Abril de Barcelona o también la Feria de Abril madrileña.

‘Sevilla, escenario de Arte, Cultura e Historia’, este ha sido el lema elegido por Ángel González Carvalho, ganador del ya tradicional concurso para el diseño 'la que da entrada al Real' de esta fiesta de la primavera, su Portada. Celebración que, creada en 1847 como feria ganadera, en la actualidad a pasado a ser cita imprescindible a un evento pensado para el disfrute y encuentro con familiares y amigos, saborear la gastronomía sevillana acompañada de 'Fino' o ‘El Rebujito (mezcla de vino manzanilla o fino con un refresco de gaseosa), acercándote a la cultura y al folclore popular.

Este año, la portada, siguiendo las indicaciones del concurso, alude a la Primera Vuelta al Mundo y a la Exposición Iberoamericana de 1929’ que tuvo lugar en la ciudad, tomando referencias directas del edificio El Casino de la Exposición del 29’ que junto al Teatro Lope de Vega, fueron el ‘Pabellón de Sevilla’ en aquel evento internacional. 

Este edificio tan representativo, de estilo neobarroco obra del arquitecto valenciano Vicente Traver y Tomás, quien sustituiría a Aníbal González, en la actualidad es la sede de La Casa de Los Poetas y Las Letras siendo este un espacio destinado mayormente a eventos culturales tales como exposiciones artísticas.

Pero de las referencias que se hacen en la Portada, hay una que se relaciona con el aspecto decorativo y estético de la Feria, en lo que mucho tuvo que ver un pintor, en este caso, aquel que diseñó el cartel anunciador de la Exposición del '29, Gustavo Charles Bacarisas Podestá.

Y es que, las cosas que te hace pensar el arte, que parece ser que fue este artista, quien inspirándose en oriente, en China, tuvo la genialidad de idear El Farolillo’ de papel que decora e ilumina las calles del Real dándole ese encanto efímero de luz tenue y suaves colores a este encuentro sevillano. La Pañoleta’ en la decoración de ‘las casetas’ será otra de las aportaciones que hará este pintor. 

Pero ahora nos situaremos en la madrugada del pasado sábado 4 de mayo, la víspera del ‘Día de la Madre’cuando da comienzo la ‘Feria de Abril’ de 2019, retrasada a mayo por causa de la Semana Santa que la antecede y que este año también se ha desplazado.

A las 00.00 horas, antes de la ‘Noche del pescaíto’, cena en base a ‘la fritura de pescado’, uno de los platos típicos de la ciudad, es el ‘Alumbrao’, es decir, el encendido progresivo de cada una de las 24.000 bombillas de la portada de este año y posterior alumbrado de las calles que constituyen El Recinto Ferial’ gracias a cada farolillo que las ilumina.

Pues bien, este año me perdí El alumbrao’ y también ‘La noche del pescaíto, así que contrario a la costumbre en vez de hacer una entrada oficial por su portada, 'como es mandao', me salté el protocolo popular y comencé la visita por La calle del Infierno’ llamada así por el ruido infernal de las atracciones que ofrece, conocida también como 'donde los cacharritos'. Y así reviví aquella emoción infantil que me causaba ir a La Feria.

Para mí, como de seguro pienso que sería para los de mi edad de entonces, la Feria tenía sentido, única y exclusivamente, porque existía el ‘Algodón de Azúcar, la ‘Manzana de Caramelo’, ‘La Tómbola, ‘La Noria’, ‘El Canguro’, ‘Los Cochecitos Locos’ o el Tren de la Bruja’, por citar algunos de los atractivos que ofrecía, y que aún sigue ofreciendo este enorme parque de atracciones de luces, colores brillantes, ruidos y olores. Entonces era cuando empezaba la auténtica feria, cuando te adentrabas en este anexo al Real’, donde encontrabas todo tipo de promesas de diversión que duraban lo que dura el sueño de una noche.

Este año, el tiempo ha permitido que se luzcan los carruajes, amazonas y jinetes durante los famosos paseos y más al caer la tarde cuando los farolillos de papel con sus tenues luces ya comienzan a encenderse aunque el cielo aun recogiese los últimos rayos del sol al atardecer.

La lluvia ocasional, propia de la estación que la acoge, no se ha asomado, aunque ha habido días que parecían ser el preludio a uno de esos de los que el refrán popular advierte cuando dice que 'en abril aguas mil' aunque en esta ocasión, como se ha apuntado anteriormente, nos encontrásemos en mayo.

Ver a mujeres que pasean alegres sus vistosos trajes cuyos volantes simulan flores es un buen espectáculo de color y movimiento. Que, por otro lado, te conecta con las tradiciones y costumbres, con ese digno recuerdo del pasado que encierra la estructura básica del popularmente conocido como ‘traje de gitana’ o ‘traje de flamenca.  

De esta indumentaria femenina aderezada con abalorios que con cada cambio de moda sufre algún añadido o redefinición de colores o estampados, lo que parece ser inmutable en el tiempo es el hecho de adornarse con flores el cabello que, aunque ahora adolecen de ausencia de aromas, lucen vistosas coronando la indumentaria de esta fiesta primaveral.Ya ha terminado la Feria de Abril y tal como se ha establecido que fuese en la medianoche del sábado siguiente al de su comienzo, el 11 de mayo, con un verdadero espectáculo pirotécnico, de fuegos artificiales, lanzados desde ‘el muelle de Nueva York’, lo que ha favorecido que pudiese ser contemplado desde distintos puntos de la ciudad y sobre el río Guadalquivir tan identitario de Sevilla, aunque menos visible desde la propia zona del recinto. Un espectáculo de luz del que este año he disfrutado como una niña desde el Puente de Triana, tan celebrado a su término con aplausos y ovaciones por parte del público, que culminó con el sonido de la sirena de un barco poniendo su broche de oro a la Feria de Sevilla de 2019’. Y es que ya se sabe, las cosas que te hace sentir el arte.

Si quieres leer el anterior Capítulo VII, te invito a que visites mi blog donde puedes encontrar otros artículos, relatos o lo que yo llamo 'poesía visual'. Sólo espero, que al menos, te mantenga entretenido, entretenida: http://ceresadriana.wordpress.com/ 

 

Por Ceres Adriana García-Baquero Velasco.

Pedagoga, Lda. en Ciencias de la Educación (Universidad de Sevilla), Gda. en Bellas Artes y postgraduada en Historia del Arte.

Experta en Gestión del Patrimonio y la cultura (Universidad de Sevilla).

Docente, artista visual redactora de contenidos en diversos medios de divulgación científica y cultural.


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Puedes visitar también: https://ceresgbv.wordpress.com/

Imagen: Detalle del Cartel para la Exposición Iberoamericana de 1929 en Sevilla, realizado por el pintor Gustavo Bacarisas, 1929. Esta imagen es de Dominio Público.
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