Lo primero que sorprende de esta poderosa historia real es que no se haya contado antes, especialmente tras el eco que tuvo “La lista de Schindler”, con la que tiene elementos en común. El rescate de casi 700 niños judíos tuvo lugar en 1938 en una Checoslovaquia en pleno proceso de desmoronamiento por la invasión nazi. Cincuenta años después salió a la luz en un programa de la televisión británica, “That's live”, como se recrea en la película, pero a pesar de la repercusión aún tuvieron que transcurrir 26 años para que Barbara Winton, hija del protagonista, relatara la historia al completo en un libro. A partir de ese momento intentó llevarla al cine, lo que logró a principios de esta década y ser su productora ejecutiva.

Como toda producción con sello de la BBC, la película presenta una fabulosa ambientación histórica, pero adolece de una excesiva frialdad durante buena parte del metraje. Por mucho que James Hawes, un cineasta muy curtido en producciones de televisión, intente conmover al espectador con las penalidades de esos niños refugiados, no es hasta su tercio final cuando consigue logra sorprender y emocionar al espectador convenientemente.

Al margen de su maravillosa y ejemplar historia, lo mejor de “Los niños de Winton” recae en su estupendo reparto encabezado por un Anthony Hopkins, que vuelve a maravillarnos, así como Helena Bonham Carter, por cierto nieta de un diplomático español que salvó la vida de muchos judíos, con su innata dote para aportar y enriquecer siempre sus personajes por muy breves que puedan ser sus intervenciones.

Dirección: James Hawes
Guión: Lucinda Coxon y Nick Drake, basado en el libro escrito por Barbara Winton.
Fotografía: Zac Nicholson
Música: Volker Bertelmann
Intérpretes: Anthony Hopkins, Johnny Flynn, Helena Bonham Carter, Romola Garai, Alex Sharp, Lena Olin, Jonathan Pryce, Ziggy Heath, Marthe Keller, Juliana Moska