Nutriscore es nuevo etiquetado que aparecerá este año en productos alimentarios, basado en un código de colores según el producto sea más o menos saludable de forma global, como indicaba el pasado mes de Noviembre la Ministra de Sanidad. Diferentes compañeros de profesión han hablado, desgranado y analizado a fondo este nuevo sistema y, tal vez mejore el actual sistema de etiquetado, pero sigue centrándose en aspectos no tan importantes, pudiendo nuevamente sumir en un caos a los consumidores. A mí me surgen muchas preguntas y me gustaría hacerte reflexionar sobre ello:
1. Falso saludable. Nutriscore no es aplicable a alimentos con un solo ingrediente (garbanzos, verduras, leche, huevo, etc). Es decir, está diseñado para clasificar a alimentos procesados y los clasifica en función de un algoritmo en base a unos ingredientes y a las cantidades de los mismos que contenga. Por tanto, no podemos comparar distintos productos entre sí, pues no todos lo llevan. ¿Cómo elegir a partir de ahora: alimentos que no lleven el etiquetado Nutriscore o productos que lleven un etiquetado verde pudiendo parecer que es más saludable?
2. Duda razonable. El etiquetado Nutriscore no va a ser obligatorio por lo que una empresa alimentaria puede decidir etiquetar con este “semáforo” o no. Si te encuentras con productos sin el sistema Nutriscore puede ser porque la empresa ha decidido prescindir de él por el resultado del algoritmo o tal vez porque al no ser obligatorio deciden no ponerlo. ¿Hay que dudar de un producto al que no le apliquen este sistema?
3. Verde no es sinónimo de saludable. El etiquetado Nutriscore sirve para comparar productos del mismo grupo, es decir, para que podamos comparar, por ejemplo, la diferente oferta de galletas. Las que contengan mucha azúcar o grasa estarán clasificadas con un color rojo y las que sean sin azúcar aparecerán valoradas como verdes. El hecho de comprar galletas con mejor puntuación puede llevar a consumir más cantidad porque pensando que son saludables, además de que se está desplazando el consumo de otros alimentos saludables. ¿Debería usarse el color verde para etiquetar un producto que no contiene verduras con el fin de que parezca más saludable?
4. Con Nutriscore, los productos “light” o “sin” pueden tener buenas valoraciones. Un producto que contiene poco azúcar o grasa puede tener un etiquetado verde. Nutriscore no entra a valorar el consumo de edulcorantes, por ejemplo. Un consumo habitual de edulcorantes puede modificar nuestra microbiota o puede activar el sistema de recompensa con las consecuencias que ello puede tener. ¿Hay que dejarse guiar entonces por el etiquetado verde?
5. El tamaño no importa. Nutriscore no tiene en cuenta el tamaño del envase pero podríamos encontrar, volviendo al ejemplo de las galletas, que en el supermercado las galletas valoradas con la mejor puntuación ofrezcan un tamaño familiar o tamaño ahorro, provocando que incrementemos el consumo. ¿Hay que elegir entonces independientemente del formato ahorro?
En conclusión, Nutriscore tiene algunos aspectos positivos y, salvo algunas excepciones, es más claro que el etiquetado actual, pero es importante tener en cuenta que simplemente ayuda a diferenciar el mejor producto dentro de la misma gama, y eso no lo hace más saludable en sí mismo.
Griselda Herrero Martín
Dra. Bioquímica y Dietista-Nutricionista.