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La última entrevista que concedió a los medios la gran actriz del cine europeo, Romy Schneider fue en Quiberón, una clínica de rehabilitación donde se recuperaba de sus adicciones y depresiones. Un biopic en un impecable blanco y negro que es un tributo a todos aquellos que portan las cadenas de la fama. Tres días de deseo romántico, ambición profesional y urgencia de vivir.
1981, Quiberón, un pequeño pueblo de la costa de la Bretaña francesa. Hilde Fristch llega para visitar a su vieja amiga, que se ha retirado a un hotel de lujo para escapar de las presiones del día a día. Su amiga es una famosa estrella de cine, Romy Schneider, pero juntas parecen dos mujeres normales, felices de haberse reencontrado. Aún así, Hilde pronto ve que la sensible actriz necesita su apoyo para poder enfrentarse a sus demonios internos. Pronto después, dos jóvenes periodistas de la revista alemana STERN llegan para entrevistarla, De inmediato, se despliega un juego del gato y el ratón entre la famosa diva y los ambiciosos autores. Hilde intentará proteger a su amiga y los periodistas capturar los sentimientos ocultos de una mujer fascinante.
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