Largometraje de David Lynch, incorpora elementos procedentes de la ciencia ficción y la pesadilla, construyendo una sorprendente historia dotada de un poder visual extraordinario, fiel reflejo del estilo que el realizador ha desarrollado en sus obras.
Cuando Henry Spencer es invitado a cenar a casa de su amiga Mary, se entera de que ha sido padre de un bebe prematuro e inhumano. Mary y el extraño bebé se instalan en casa de Henry, donde un escenario iluminado tras el radiador revela la presencia de una mujer. Las fantasías de Henry le conducen a ser decapitado sobre el escenario. Su cerebro será utilizado para fabricar gomas de borrar.