Dentro del programa 'Tramos de Cuaresma', organizado por la Fundación Cajasol
Como indica el propio director de este documental, David Arralibel, “toda mi familia se ha convertido a la fe católica. La distancia con ellos se hacía cada día más grande, así que me propuse hacer una película para entender cómo el Espíritu Santo había entrado en sus vidas y, de alguna forma, también en la mía. Una película de cariños, ausencias y distancias”.
Converso es una historia apasionante contada con una pericia extraordinaria que te mantiene una hora pendiente de todo: palabras, gestos, música, espacios, silencios; el sonido de la vida cotidiana, de la emoción, del asombro… En el fondo, estás en vilo siguiendo el trabajo de un artista que concibe una película y termina gestando otra. Ese proceso, en producción y posproducción, es muy interesante.
Las renuncias de David Arratibel son maravillosas: dejan una película cernida que no se desparrama. Sólo la historia del órgano que un pastor anglicano pone a la venta en internet antes de dejarlo en la iglesia que se va a convertir en sala de fiestas… un órgano que termina regalando a la parroquia de Pamplona donde Raúl es organista, tras pedir entrevistarse en Inglaterra con los peticionarios, da para una película apasionante…
María Caballero y Juan Arana (Catedrática de Literatura en la Universidad de Sevilla y jefa de la sección Cine y alrededores de la revista FilaSiete / Catedrático de Filosofía de la Universidad de Sevilla) presentan la película y abren un debate con el público a la finalización de este documental, que se llevó el premio a la mejor dirección en el Festival de Málaga.