Del brillante artista uruguayo de ascendencia malagueña, Marcelo Viquez.
En su proceso creativo, se sumerge en su propia biografía como fuente de inspiración, explorando sus obsesiones, miedos... plasmando sus experiencias vividas en un retrato crítico de la sociedad desde una perspectiva de outsider, siempre con humor e ironía
La primera obra audiovisual presentada en la muestra alojada en el Espacio 5 de CAC Málaga es Downtempo (2019). Para aquellos que no estén familiarizados con la música del grupo punk "Prenatal", donde Marcelo Viquez compone y toca la batería, puede que no lleguen a comprender completamente la ironía de haber bautizado la obra con el nombre de un estilo de música electrónica originado en el chill out (la sección relajada de la música de club y que contrasta notablemente con la música originada por Viquez y su grupo).
La obra, con una duración de 5 minutos y 39 segundos, presenta dos planos fijos que se alternan creando una base rítmica simple. En el primer ángulo del vídeo, se muestra una caja de percusión que emite un sonido agudo y seco al ser golpeada por una baqueta; a continuación, se muestra otro plano fijo donde un pie acciona el pedal de un bombo de batería. Al alternar estos dos encuadres, se crea una base rítmica básica y primitiva en la que se intercalan sonidos agudos y graves sin variaciones en el tempo ni en el sonido. Los trabajos de Viquez atraen e inquietan, pudiendo resultar desconcertantes. Llegar al fondo de lo que proponen no siempre es tarea fácil, ya que las claves de sus obras no son siempre obvias.
La segunda obra audiovisual proyectada es, Cómo meter cuatro guitarras en un estuche de guitarras (2019), con una duración de 3 minutos y 07 segundos. Este trabajo muestra una escena en la que se observa un estuche de guitarras abierto en el suelo, un muro de hormigón detrás y al propio artista golpeando guitarras españolas contra él. Como resultado de la primera acción, los instrumentos quedan desmembrados por completo, sobreviviendo únicamente las partes más duras y resistentes. La segunda acción consiste en romper manualmente los fragmentos más grandes para introducirlos en el estuche, y finalmente dividir las partes más resistentes con una sierra eléctrica manual. El resultado final es un montón de pedazos de guitarras en el interior del estuche que resulta imposible de cerrar, mientras el artista se retira del encuadre.
Como meter cuatro guitarras en un estuche de guitarras (2019) representa el método que suele emplearse en otros casos en nuestras sociedades, en diversos ámbitos como la economía, la sanidad o la educación. Consiste en romper, desmembrar y fraccionar algo hasta que deje de ser reconocible para que pueda ocupar el lugar deseado, sin importar el resultado.