53 FESTIVAL DE CINE DOCUMENTAL ALCANCES (El cine sobre arte)
En 1915 Sacha Guitry filmó algunas de las únicas imágenes en movimiento que tenemos de Rodin, Renoir o Monet. Filmó planos breves de sus rostros, en lo que André Bazin denominó “fotografías animadas de personajes célebres”. Pocos años después, en cambio, el alemán Hans Cürlis realiza un desplazamiento fundamental: mueve la cámara del rostro a las manos, y así vemos nacer sobre un lienzo en blanco obras de Kandinsky o Grosz. Esa toma de conciencia cinematográfica irá enriqueciéndose: de la filmación de las manos a la utilización de ralentizados y acelerados (Visita a Oscar Domínguez); del influyente dispositivo transparente de Haesaerts en su Visita a Picasso, retomado con variaciones en Jackson Pollock 51 y Le mystère Picasso, a los recursos del cine directo para explorar las negociaciones políticas colindantes al acto de creación, como vemos en Christo en París.
El cine sobre arte. Un siglo de experimentación
Alcances ofrece en la programación de su 53 Edición una parte del ciclo Cine sobre arte. Un siglo de experimentación, organizado por el Museo Reina Sofía y comisariado por Guillermo G. Peydró, que también es miembro del jurado oficial este año. El ciclo original se compone de ocho programas, de los cuales Alcances ha seleccionado cuatro. Aquellos que a nuestro juicio tienen un interés más didáctico para el público, dentro del afán pedagógico sobre cine y otras artes que debe informar a un festival audiovisual contemporáneo.
Aunque la filmación de las artes es muy temprana, comenzará a perfilarse en un espacio propio a partir de los años veinte y treinta, principalmente en Francia, Bélgica e Italia. Sus ramificaciones y debates se prolongan hasta día de hoy. Será con el fin de la 2ª Guerra Mundial cuando se concretará lo que podría considerarse un género autónomo, con debates internos, polémicas y ramificaciones de diversas propuestas formales enfrentadas. Su terreno por excelencia será el de la no ficción. A mitad de los años cuarenta, la UNESCO decide que el filme sobre arte puede ser un instrumento crucial en el proceso de reconstrucción cultural y política de una Europa en ruinas; se multiplicarán entonces los encuentros internacionales de artistas, cineastas, compositores, historiadores del arte o escritores, pensando juntos, en el contexto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, qué puede significar la filmación de las artes; qué opciones específicas de rodaje, montaje o escritura de guión debe tener una película sobre arte. Las implicaciones de las decisiones estéticas que siguieron a toda esta efervescencia teórica y práctica llegan hasta nuestros días, en películas que cuestionan o desarrollan aquellos experimentos pioneros, derivando en algunas de sus sorprendentes formulaciones actuales en el ensayo, la instalación o el webdoc. Trazar esta línea de experimentación de un siglo en sus diferentes opciones formales y conceptuales es la propuesta de este ciclo.
Con una historia en gran medida desconocida, limitada en la percepción general a documentales realizados con moldes televisivos y a algún ejemplo aislado y descontextualizado –como Le Mystère Picasso, de Henri-Georges Clouzot (1956)–, el cine de no ficción sobre arte es sin embargo uno de los campos más fértiles de la historia del cine. No en vano ha sido abordado por algunos de los principales cineastas del siglo XX, como Robert Flaherty, Carl Theodor Dreyer, Michelangelo Antonioni o Agnès Varda, y defendido con entusiasmo por algunos de los más relevantes teóricos del arte y del cine desde los años treinta, como Pierre Francastel, Siegfried Kracauer o André Bazin. La importancia estética y política del cine sobre arte, su papel en la reinvención del género documental, por un lado, y en la reconstrucción cultural europea frente a los fascismos y tras la 2ª Guerra Mundial, por otro, fue pronto puesto de relieve por autores como el historiador y crítico de arte italiano Giulio Carlo Argan, quien declaraba en 1948:
Si el propósito de la crítica de arte es entender una obra de arte del pasado con la apreciación de un hombre moderno, los filmes sobre arte son de hecho crítica de arte; y si, como creo, la crítica de arte tiene un propósito social, puede ciertamente decirse que, desde un punto de vista social, los filmes sobre arte son el más vivo y efectivo sistema de crítica.
Se trata, en definitiva, de un campo creativo autónomo, independiente tanto del filme realizado por artistas como del cine puramente experimental que ensaya operaciones de expansión de la visión, preocupado por la luz o el color. Posee una tradición con literatura crítica propia, delimitada internacionalmente con la denominación de film sur l'art o film on art: películas creadas por cineastas procedentes del documental o de la ficción, que investigan cómo utilizar las herramientas expresivas de su medio para traducir las artes visuales a cine. Comparten la idea clara de concebir películas que no sean meras reproducciones comentadas de las obras de partida, sino la revelación de su esencia por otro medio artístico. Como lo definió el crítico y teórico André Bazin: “un ser estético nuevo, nacido de la conjunción entre la pintura y el cine”.
Este programa traza una cartografía de las posibilidades de este campo a lo largo de un siglo, dejando a un lado ejemplos mucho más conocidos del cine de ficción para poner de relieve la experimentación inagotable producida desde la no ficción. Organizado como un recorrido por una serie de tendencias diferenciadas, cada sesión partirá de un experimento pionero, para a continuación mostrar películas que modifican en distintas direcciones esa idea inicial. Con ello, busca mostrar la experimentación, complejidad y actualidad de un género que amplía los significados del arte a través del medio fílmico.