El fantasma de la ópera (Rupert Julian, 1925) supone un hito en la historia del cine
de terror, que cumple cien años como referente estético y narrativo del género. Esta
adaptación muda de la novela de Gaston Leroux consolidó a Lon Chaney como icono
del horror gracias a su inolvidable caracterización del Fantasma, cuyo maquillaje,
mantenido en secreto hasta el estreno, provocó pánico y fascinación entre el público.
La película destaca por su atmósfera gótica, la recreación monumental de la Ópera
de París y el uso pionero del color en algunas secuencias, como el baile de máscaras.
Sinopsis: En los sótanos de la Ópera de París vive oculto el
misterioso Eric, el hombre de voz de ángel y rostro
desfigurado de demonio, que acecha entre pared y pared a
la hermosa soprano Christine Daeé, a la que desea catapultar
hasta la cima de la fama; pero cuando se entera de que la
cantante está prometida al apuesto vizconde Raoul, se vuelve
loco de celos.