Proyección dentro de El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva que opta al Goya a la Mejor Película Iberoamericana.
David Imaz tuvo que huir del País Vasco a mediados de los setenta, repudiado por los suyos, acusado de traición. En California logró encontrar la paz y la felicidad que nunca conoció en su tierra. Pero no ha podido desprenderse totalmente del peso de aquel pasado, del sentimiento de culpa, del dolor del condenado al ostracismo. Ahora, con apenas cincuenta años, está a punto de morir a causa de una cardiopatía incurable. Joseba Altuna ha venido. Él fue su amigo más íntimo, su alma gemela. No ha vuelto a verle desde que vino a América. Ha venido a visitarle, a darle su adiós. Y de paso, a ajustar cuentas pendientes. Ha llegado la hora de enfrentarse a la verdad.