El hombre elefantes es una de las obras más bellas de David Lynch así como la más premiada, que le valió su primera nominación a Mejor Director en los Oscar.
John Hurt es el encargado de dar vida a John Merrick, el verdadero hombre elefante, en el que posiblemente fuera uno de los mejores trabajos de su carrera, y es que fue tal la exigencia en el apartado de maquillaje que la Academia se vio obligada a crear esta categoría en su siguiente edición.
John Merrick sufre una severa deformación al nacer por culpa de una extraña enfermedad. Su cara queda grotescamente desfigurada, dándole los rasgos y la apariencia de un elefante. Debido a su aspecto queda atrapado en un espectáculo ambulantes de criaturas deformes, donde sufre toda clase de tormentos hasta que un joven cirujano le rescata. A medida que Merrick le cuenta todo por lo que ha pasado, el Dr. Treves descubre que tras la monstruosa fachada de Merrick yace un hombre apacible y amable.