María, Dan e Ilinca están en su habitual viaje humanitario de fin de año. Conducen sus grandes todoterrenos por sucias carreteras de montaña para llegar a pueblos lejanos y ofrecer bolsas de regalos a los lugareños. En el camino, conocen a un anciano solitario y acceden a llevarlo al aserradero donde supuestamente trabaja. Pero cuando su coche se queda atascado en una zanja, el aserradero resulta estar abandonado y se ven obligados a pasar la noche junto al anciano senil, sus ideas sobre la empatía y la ayuda empiezan a ser cuestionadas.