En una distopía de tiempo y lugar indeterminados, un grupo de personas que viven en una mina son controladas por un sistema de vigilancia omnipresente de los Oficiales. A raíz de la tristeza causada por la pérdida de su compañero y amigo, el protagonista (el Minero) comienza a dudar del sistema bajo el que vive. Tras infectarse de una misteriosa enfermedad en la mina, le empiezan a aparecer cicatrices en el cuerpo. Trata de ocultarlas del resto de trabajadores y el sistema de vigilancia cubriéndolas con ropa y barro. Temiendo ser descubierto, el Minero se aferra a la esperanza de recibir ayuda desde los pantanos que hay cerca de la fábrica. Esa vaga creencia y sus fuertes sospechas le debilitan y desesperan a lo largo del tiempo. Es entonces que se da cuenta de que su existencia depende de la destrucción de un sistema más oscuro de lo que creía, y que él debería ser quién lo destruye.