Como cada mañana, Paolo se sube a su moto para ir al trabajo. Al atravesar un cruce con el semáforo en rojo, un camión lo arrolla y fallece. Pero por un error de cálculo en el paraíso, Paolo obtiene una hora y media más para vivir después de la muerte. Solo 90 minutos para perseguir lo que realmente cuenta en la vida: estar con las personas que más quiere...