Una de las obras más impresionantes del coreógrafo neoclásico Uwe Scholz, que urde una relación misteriosa y seductora entre movimiento y música. En esta actuación el Ballet de Leipzig rinde homenaje a Scholz –que murió a la edad de 45 años– con el acompañamiento en directo de la orquesta de Gewandhaus y el coro de la ópera de Leipzig.
La coreografía de Scholz despliega con poesía la potencia expresiva del cuerpo de baile y de sus solistas. El ballet, que sigue la liturgia de la famosa misa de Mozart, también incluye piezas de canto gregoriano y secuencias de György Kurtág, Thomas Jahn y Arvo Pärt, y textos de Paul Celan.