Obey encierra en sí dos corrientes de emociones tumultuosas: la de una desigual historia de amor, y la que subyace tras los disturbios que se desencadenaron en Londres de 2011 tras el asesinato de un joven de raza negra a manos de la policía. León acaba de volver del reformatorio, y el boxeo es la única válvula de escape de su difícil entorno. Un día conoce a Twiggy, que vive en una casa okupa, y que le abre una ventana a un mundo diferente del que parece su destino. Las revueltas rugen a su alrededor, y la pasión se caldea sin poder hacerse ajena a ellas.