“Érase una vez” en Beijing. Cualquiera que quiera casarse con la princesa Turandot (una “belleza divina” con un corazón de piedra) debe resolver tres acertijos y, si falla, pierde la cabeza. Un príncipe desconocido lo logra, pero Turandot se niega a casarse con él. Entonces, el extraño le hace una contraoferta: si puede adivinar su nombre antes del amanecer, puede ejecutarlo; de lo contrario, debe cumplir su acuerdo.
Un homenaje del Festival de la Arena de Verona, que dedicó su 88 edición (2010) a producciones en las que Zeffirelli fue director de escena. Turandot, magnífica ópera de Puccini protagonizada por María Guleghina y Salvatore Licitra, es una adaptación de la producción estrenada en el MET (1987), lujosa, hollywoodiense, que se ajustó al inmenso escenario de Verona sin perder un ápice de magnificencia.