Es una llamada de atención sobre el difícil futuro que le espera a Sierra Morena si no tomamos las medidas adecuadas. Encinas, robles y alcornoques, poco a poco, se están muriendo víctimas de un proceso conocido como seca. En realidad, la seca es el resultado de la suma de distintos problemas que tienen un origen común: el ser humano. Y el mismo causante del problema es quien puede poner los medios para solucionarlo. Restableciendo el equilibrio ecológico y favoreciendo la regeneración natural del bosque, conseguiremos que Sierra Morena conserve todo su esplendor.