Ciclo de conferencias que celebra el 800 aniversario del nacimiento del monarca Alfonso X
Su ponente será Manuel García Fernández, Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla (US) y especializado en Historia de la Andalucía Cristiana del Valle del Guadalquivir.
“Alfonso X, el Sabio, rey de Castilla y León, el más universal de los reyes medievales hispánicos, fue un monarca de una personalidad indiscutible para la historia medieval de España y también de Europa, lo que explicaría, en gran parte, la abundante bibliografía al respecto.
De suerte que al día de hoy estamos muy bien instruidos sobre su prolija y densa tarea de gobierno tanto en la esfera de la administración política del reino como en su vasta gestión cultural y científica.
Las muchas perseverancias instructivas y también algunas otras incertidumbres políticas que caracterizaron su vida y su reinado (1221/1252-1284) reflejaron, desde luego, los éxitos y también los fracasos del rey; y no sólo en la esfera de las relaciones públicas del poder, las propias de un soberano del reino de Castilla y León, sino también en las de un hombre, ciertamente sabio y adelantado a su época, en los aspectos más domésticos de su vida familiar y privada.
Alfonso X, el Rey Sabio, fue un monarca culto y exquisito, protector de poetas, intelectuales, científicos, juristas y artistas europeos, generoso con sus amigos y sus privados, pero al mismo tiempo riguroso con sus enemigos.
No obstante, fue siempre un personaje controvertido, ya en su propio tiempo, caracterizado además por una evidente liberalidad, no exenta de cierta soberbia y jactancia personal que algunos contemporáneos reconocieron ya con admiración ya con desdén. Lo que ha suscitado intensas polémicas entre los cronistas, analistas e historiadores del monarca hasta fechas muy recientes.
Un rey de actuación política tal vez discutible, o mejor desatinada, en el reino de Castilla y en Europa; matizada sin duda por fracasos importantes y sonados como el «fecho del Imperio», el problema mudéjar, el enfrenamiento con la alta nobleza y la crisis familiar y sucesoria.
Pero también con éxitos políticos muy brillantes como la repoblación de Andalucía y Murcia, la fijación de las fronteras con el reino vecino de Portugal -poniendo fin a la agria cuestión del «dominio del Algarbe»- y también con la Corona de Aragón; lo que acrecentaría su prestigio en la Península Ibérica.
Pero, sobre todo, un monarca de una imponente obra legislativa, literaria, humanística y científica, más allá de las incompetencias ideológicas de algunas fábulas y leyendas alfonsíes alimentadas por refractarios enemigos. En cualquier caso, la posible «leyenda negra» sobre la vida privada del rey Alfonso X no empañaría nunca en la historiografía alfonsí de todos los tiempos la grandeza de su obra regia en su conjunto, y sobre todo las brillantes empresas literarias, artísticas y especialmente científicas que alentó durante su reinado y que incluso sus enemigos reconocieron por toda Europa durante siglos”, manifiesta Manuel García Fernández.