PRIMAVERA BARROCA.
A cargo de Emilio Gómez Piñol.
La arquitectura barroca sevillana en su plenitud de comienzos del siglo XVIII incorpora tipos de capillas y camarines en los cuales se desborda la ornamentación para envolver al contemplador. Los principales ejemplos integran elementos de la traza arquitectónica ensayados en los retablos; crea espacios de suprema sensación ilusionista para la exposición del Santísimo y en algunos casos despliega incluso mobiliario y objetos de adorno que en camarines, principalmente marianos, sugieren la mayor cercanía y humanización de los iconos sagrados. Se expondrán detalles de retablos y camarines en algunas ocasiones con motivos plasmados en mármoles y piedras duras que enlazarán incluso con obras análogas del barroco europeo.