La fundación SOS Himalaya surgió del fallecido montañero navarro Iñaki Ochoa de Olza que comenzó a hablar del proyecto en 2006. Se sentía en profundamente agradecido y en deuda con aquel pueblo de Asia y en especial, con los niños.
Precisamente a ellos quería devolverles algo de lo que él había recibido a lo largo de tantas expediciones al Himalaya. Niños austeros por necesidad y con obligaciones impropias para su edad pero niños abundantes de una felicidad que en occidente cuesta comprender. Iñaki era un hombre austero y generoso que sabía mirar a los niños.
Lamentablemente no pudo ser, pero la familia Ochoa de Olza recoge el testigo y sigue adelante por la huella ya abierta.