Cátedra Al Ándalus
A cargo de Alfonso Jiménez.
Es bien sabido que la Catedral de Sevilla se empezó a construir como aljama de la ciudad almohade en 1172, concluyendo sus obras en 1198; los datos de esta etapa son excepcionales por su rigor, exactitud y amplitud, pues incluso nos permiten saber los nombres de tres de sus ‘autores’ (Aḥmad b. Bāsu, cAlī al-Gumārī y Abū l-Layṯ al-Siqīllī) y suponer el de otro más (al-Hayy Ya’is). En 1433 empezó la gran obra gótica, terminada en lo esencial en 1506, que fue dirigida sucesivamente por una serie de arquitectos cuyos nombres y fechas conocemos con precisión; constituyen su nómina los maestros ojivales Jehan Ysanbert (1433-1434), Pedro García (1434-1435), Charles Gauter de Ruán (1435-1447), Antoni Dalmau (1446-1449), Juan Normán (1449-1478) , Francisco Rodríguez de Sevilla (1478-1482), Juan de Hoces (1482-1496), Simón de Colonia (1495-1499) y Alonso Rodríguez (1496-1512). Cada uno tiene una cuota de autoría, es decir, ninguna, pues es como si diésemos la nómina inverosímil de los ‘autores’ de un territorio o una ciudad.