CARLOS GARCÍA GUAL.
Nadie duda de la belleza ni de la inmensa riqueza que nos aportan los clásicos, esas obras maravillosas que han enseñado y admirado a cientos de generaciones a lo largo de los siglos. Algunos vivieron primero una vida manuscrita, y su copia por amanuenses impidió que se perdieran; luego se transmitieron en textos impresos a una población que en su gran mayoría no sabía leer, y, a pesar de ello, fueron leídos (y oídos). Hoy, la lectura está al alcance de todos y tenemos unos medios técnicos que nos permiten transmitir información a toda la aldea global. Los clásicos son una mina de pasatiempo y de enseñanzas, y su lectura nos proporciona, además, indispensables referencias culturales. La Institución Libre de Enseñanza organiza estas jornadas con relevantes especialistas para seguir divulgando, como hizo desde sus inicios, ese riquísimo patrimonio cultural de la humanidad que representan nuestros clásicos, para que sigan enriqueciendo nuestro pensamiento y fantasía.