La libertad de expresión es un derecho humano básico. Sin un discurso libre, la democracia no es posible. Sin embargo, parecería que algunas personas lo usan como excusa para ser violentos o promover el odio. Pero, ¿dónde está la línea? ¿Deberíamos priorizar la responsabilidad y rendir cuentas frente a la libertad de expresión? Billy Bragg, con una larga carrera en la lucha por la justicia social, piensa que cuando la razón y el respeto están amenazados, la responsabilidad nos ofrece una base mejor sobre la que construir una sociedad cohesionada, en la que todos sientan que su voz es escuchada. Por otro lado, Eduardo Jordà (escritor, poeta, traductor de Salter y Conrad al español) cree que los cimientos mismos de nuestra civilización están en juego si comprometemos nuestra libertad de expresión. Prepárense para un debate respetuoso, aunque seguramente conflictivo, entre estas dos grandes mentes.