CHARLAS TEMÁTICAS.
A cargo de Matilde Cortés.
El agua es el origen de la vida para el mundo islámico. Desde el punto de vista religioso, el agua es medio de purificación corporal y espiritual. Esta idea afectará a la ordenación de la ciudad, pues debe canalizarse para suministrar edificios tan importantes como mezquitas y baños. La veneración de los musulmanes por el agua la observamos ya en el Corán donde el trono de Dios está en el agua en el momento de la Creación, lo que pone de manifiesto que el agua es el principio más importante del Universo. Y es que del agua nacen los seres vivos, es origen de vida y sólo Dios puede dar agua convirtiendo a la tierra en un oasis fértil. Por ello, el agua es un elemento fundamental del paraíso para los musulmanes. En su imaginario, este divino lugar es surcado por ríos de leche, agua, vino y miel que riegan sus tierras de las que brotan todo tipo de frutales deliciosos. No es de extrañar que los musulmanes tuviesen muy presente el uso del agua en sus zonas ajardinadas, convirtiéndose en el corazón de la vivienda. Además, el agua recorría las acequias refrescando el ambiente y creando una atmósfera relajante, susurrando al oído al transeúnte mientras se deleita con los olores frutales regalo de este bien tan preciado.