José Julio Cabanillas (Granada, 1958) es un poeta perteneciente a la generación de los 80. Entre sus libros de poemas destacan Palabras de demora, En lugar del mundo, Los que devuelve el mar, Después de la noticia. Quizá su obra más destacada sea Poemas descalzos. Ha publicado la novela Benzelá, centrada en el pueblo de Jaén, Torredonjimeno, donde se crió, y la colección de poemas en prosa La luna y el sol, también recuerdos de infancia, en la estela de Azorín, Cernuda y Muñoz Rojas. Ha traducido poemas de Chesterton y de Gerard Manley Hopkins para la editorial Renacimiento, que también la publicado una antología de su obra titulada Vigilia.
Esos tus ojos. Este poemario nos ofrece a su modo una nueva vida nueva. La que sigue a una existencia herida, rota, perdida, incluso rechazada tantas veces por uno mismo. La que hay después de un infierno que no se recorre como espectador, sino que se vive en primera persona (de singular). Esta vida nueva es mucho más que un arrebato. Es la relación amorosa que abre el encuentro personalísimo con quien ha querido salvarnos, recorriendo nuestro dolor.
Jesús Cotta (Cártama, Málaga, 1967) es autor de la novela Las vírgenes prudentes, de ensayos como Topicario, Rosas de plomo y Amistad y muerte de Federico y José Antonio (I Premio de Biografía Histórica), de los poemarios A merced de los pájaros, Menos la luna y yo, Niños al hombro, Digno del barro y Gorriones de acera (XXXV Premio Internacional de Poesía Oliver Belmás), y de los libros de aforismos Cometario, Motas de polen y Homo mysticus. Es también traductor del discurso de La vida solitaria de Petrarca.
Acogido a sagrado. Acogerse a sagrado es el último recurso del alma que no ha encontrado en el mundo la gracia y la esperanza que buscaba; pero también es el primer recurso del corazón que, ante tantos dones, exulta de gozo ante Quien corresponda. Los versos de este libro acogido a sagrado son, pues, una plegaria, un conjuro y un canto a los generosos misterios del Cielo, que balbucea a través de la tierra y a veces grita a través de la luz y siempre acoge al poeta en el primer y último momento.