Esta exposición va a ocuparse exclusivamente del transporte de animales realizado con motivos exclusivamente comerciales. Se calcula que al día se mueven en la UE 2 millones de animales con este fin. Son en su totalidad animales que, de una manera u otra, se integran en los métodos de producción ganaderos, bien como movimientos entre unidades productivas (engorde), bien como transportes a su destino final en el matadero. El transporte de animales supone siempre un momento de estrés para los mismos. Se repiten las situaciones en las que se pone en riesgo la protección de los animales. En primer lugar la preparación de una partida sujeta a un transporte en las unidades ganaderas implica la recolocación de los animales, la separación de sus compañeros habituales y, a menudo, su estabulación en un lugar nuevo y desconocido. Posteriormente, el transporte en sí mismo implica numerosas situaciones de riesgo: el manejo de los animales durante la carga y la descarga, las temperaturas en el interior del medio de transporte, el aporte de comida o agua, las separaciones entre animales, los periodos de descanso tanto de animales como de transportistas… Dado que el transporte de animales es inevitable en una sociedad como la actual en la actividad productiva ganadera es una parte muy importante de nuestra actividad económica, no debemos caer en discursos simplistas que nieguen esta necesidad sino reconocerla y ver cómo podemos actuar para mejorarla. Tres son las principales líneas de actuación: menos transportes, mejores transportes y transportes más cortos. Ahora bien, y aquí sí que las ONG debemos mantener una actitud vigilante: ¿Se está haciendo todo lo posible para reducir, mejorar y acortar los transportes de animales vivos?, ¿Qué medidas ya tenemos?, ¿Se cumplen?, ¿Necesitamos medidas nuevas?. Debemos tener en cuenta que no solo nos estamos jugando la protección de estos animales sino también su salud. Alberto Díez - ANDA