Desde la época romana y las primeras quejas de los ciudadanos por la “tiranía del tiempo” que imponían los relojes de sol, medir minutos y echar a correr ha sido una constante del ser humano. El llamado “gurú anti prisa”, Carl Honoré, es el portavoz del movimiento Slow, que propone ralentizar la vida y reducir las cargas mentales, académicas o laborales para disponer de más tiempo de calidad.
Algunos de sus libros son: ‘Bajo presión’, ‘La lentitud como método’ y ‘Elogio de la lentitud’. Honoré sugiere aplicar la filosofía Slow también a las familias y escuelas, reducir las actividades extraescolares, comer y cenar en compañía, sin distracciones tecnológicas, y comenzar el día con unos minutos de silencio.