Todo lo que al ser humano importa termina convertido en objeto de la memoria. Tras más de un siglo de expansión, es innegable que el deporte, y el fútbol en particular, se ha erigido en una colosal maquinaria de producir recuerdos. Pero la nostalgia no sería lo que es, si al mismo tiempo no se alimentara de la actualidad. Pues el significado de las experiencias, de las tristezas y alegrías vividas, suele variar en función de las emociones del presente. Y el que, por desgracia, nos está tocando vivir quizá comprometa para siempre no sólo la forma de relacionarnos con el pasado, sino también la de asumir las nuevas circunstancias de un futuro cuando menos incierto. A través de distintas figuras del deporte, este ciclo intentará tender puentes con la historia, pero menos como un complaciente ejercicio retrospectivo, que como una estrategia de análisis de la realidad inmediata, que nos permita vislumbrar hacia dónde nos encaminamos. Es evidente que, cuando la pandemia del Covid 19 quede atrás, es más que probable que nada vuelva a ser como hasta ahora lo hemos conocido. La sociedad se habrá balanceado de alguna manera, en el sentido de que habrá alterado el orden de sus prioridades. Cabe esperar, por tanto, que surja una nueva conciencia, un nuevo contrato social, que vele por el bienestar de la mayoría. Y en ese progreso, fenómenos de masas como el deporte tendrán que seguir teniendo un papel esencial, porque, como muy bien vieron algunos sabios, el juego y todo lo que le rodea constituyen una necesidad tan básica como otras menos sospechosas o discutibles. Los encuentros estarán moderados por el coordinador del ciclo, Miguel Pardeza.