XIX BIENAL DE FOTOGRAFÍA DE CÓRDOBA: ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
Por Bárbara Mur.
La fotografía de viajes en el siglo XIX constituye una de las manifestaciones más fascinantes de la incipiente práctica fotográfica, no solo por su valor estético, sino también por su impacto cultural, científico y social. Durante este periodo, el desarrollo técnico de la fotografía, desde el daguerrotipo en 1839 hasta procesos más avanzados como el colodión húmedo y la albumina, permitió documentar y difundir imágenes de territorios lejanos que hasta entonces solo podían ser representados a través de grabados, pinturas o relatos escritos.
En sus inicios, la fotografía de viajes se enfrentó a grandes retos. El daguerrotipo, presentado por Louis Daguerre en 1839, marcó el comienzo de una nueva era y pronto se aplicó en los viajes, Excursions Daguerriennes. Sin embargo, aunque ofrecía una resolución excepcional, era un proceso poco práctico para expediciones, ya que requería equipos frágiles y voluminosos además de largos tiempos de exposición. Más tarde, gracias a los avances técnicos con la introducción del colodión húmedo y el papel albumina, se facilitó la producción de positivos con gran calidad y su difusión en álbumes, revistas y exposiciones.
En esta conferencia se hará un recorrido a través de los inicios de la historia de la fotografía de viajes y la obra de importantes fotógrafos que capturaron imágenes icónicas de distintos lugares del mundo, tales como Francis Frith en Egipto, Félix Bonfils en Oriente Medio, John Thomson en China, Felice Beato en Japón y Samuel Bourne en India, entre otros.
Fotógrafos todos ellos capaces de combinar en la fotografía de viajes la documentación científica con la sensibilidad artística, dejando así un importante legado que perdura hasta nuestros días.