A cargo de Rafael Esteve, profesor de historia de la música
Escrita para una formación instrumental no demasiado frecuente (piano, violín, viola, violonchelo y contrabajo), podríamos calificar esta obra directamente de "deliciosa". Y no sólo es una de las preferidas de muchos públicos, sino también de los intérpretes de dichos instrumentos, razón por la cual ha convocado grupos de magníficos solistas que nos han dejado grabaciones históricas de la misma.