¿Vivimos congelados? El fondo blanco sobre el que se desarrolla la épica polar realza el grado de abstracción de un objetivo geográfico tan poco tangible como son unas coordenadas sobre el plano. ¿Qué ha llevado tantos hombres a intentar conquistar espacios blancos, sin aparente interés comercial o estratégico? ¿Qué es… y cómo se representa una conquista? ¿Se trata en realidad de la búsqueda de una utopía? Estas preguntas son proyectadas por Alicia Kopf en relación al espacio autobiográfico y las dinámicas de lo familiar. El hielo se convierte así en una bella y cruda metáfora del autismo del hermano, un espacio de convivencia frío, cargado de complejidades y mutismos. Alicia cruza fronteras creativas y disciplinarias para convertir un relato histórico en una narración en primera persona sobre la resistencia, la obsesión y la conquista de un lugar y una voz.