Jorge Casillas Barranquero participa en el VI Ciclo de Conferencias "Libertad de conciencia: filosofía, ciencia y derecho".
La inteligencia artificial (IA) se ha instalado en la sociedad. A lo largo de un día, decide qué productos se deben comprar, qué noticias son más relevantes o a qué restaurante se debe ir. En ocasiones, también participan, o incluso deciden, en si se es merecedor de un subsidio, si se puede acceder a un puesto laboral o, por qué no, qué riesgo de reincidir en un delito representa una persona. Se emplean automatismos como la IA para ganar eficiencia (recursos y tiempo) y eficacia (mejor funcionamiento). Pero el automatismo, al igual que los humanos, puede contener sesgos. Si, además, el automatismo tiene una parte activa en la toma de decisiones, puede conducir a la discriminación. Además, su efecto es más grave que en humanos por ser masiva, invisible y soberana. En esta charla se explica cómo la IA se diseña y cómo actúa para intervenir en la vida cotidiana y los riesgos que puede representar si un mal uso de ella conduce a tomar (o influir) decisiones humanas parciales. ¿Interfiere la IA en el libre pensamiento? La respuesta es obviamente afirmativa, solo resta por debatir en qué grado y cómo.