Igor Yebra podría haber sido futbolista pero eligió ser bailarín porque sus padres le enseñaron a amar la cultura. El coreógrafo y director del Ballet Nacional de Sodre de Uruguay, sucesor de Julio Bocca, recuerda una infancia entre las clases de ballet y la incomprensión de sus compañeros. Con 13 años dejó la escuela y convirtió a los libros en sus maestros.
Es el primer bailarín no ruso que bailó como protagonista en ‘Iván el Terrible’, en el Palacio Estatal del Kremlin ante seis mil espectadores, y uno de los pocos bailarines "freelance" que ha aprendido de los mejores del mundo de la danza.