Cuando un sitio histórico desaparece, áreas enteras de nuestra historia común se desvanecen con él. Para impedirlo, investigadores de toda Europa recurren a la fotogrametría, una técnica fotográfica utilizada desde principios del siglo XX para preservar el patrimonio amenazado. Entre ellos, Adam Lowe y Factum Arte trabajan desde su sede en Madrid en el campo de la digitalización de obras de arte.